Amor eterno

Las cuerdas de la guitarra explotaban en mis oídos de una manera inhumana, explotaban los sentimientos detrás de mi piel creando un pequeño hormigueo constante y eufórico, pareciera que corriera por las venas, q se combinara con la sangre y hiciera es fluido mas violento, mas desgarrante, sentía que toda esa sangre quería salir, quería escapar de mi. De mi cuerpo.
Y ella, mágica, iluminada, flotante, hermosa, solo miraba, solo sentía, solo compartía el momento. Mientras al ritmo de la música el hermoso ángel danzante soltaba su vida, su esencia con cada zapateó, te enseñaba lo que era querer, lo que era estar vivo, te exponía su vigor, su fuerza interior.

Y los dos, compartíamos miradas y caricias, hacíamos ese momento nuestro, solo nuestro. Nuestro para la eternidad, nuestro para la memoria, nuestro y del universo que vivimos hasta ese día. Luego, a partir de ese día, se fue, y no volvió, no volvieron sus besos, no volvieron sus abrazos, no volvieron sus miradas.
Se fue, se fue la magia, se fue la conexión, se fue una parte de mi vida y se fue a sentimiento puro el ser que mas e exaltado y amado en mi existencia. Y a cambio vino mucho vació, mucha impotencia y mucha desilusión.

Lo recuerdo. Con solo cerrar los ojos, todo vuelve; el olor, la música, el sabor de la cerveza, de la comida de mar, el taconeo, su olor, su imagen y su energía, su hermosa energía.

Y hoy. Ya después de algún tiempo, lo entiendo. Nunca se ira, siempre estará en mi, la suavidad y la sensación de roce de su piel en mi piel, su imagen nítida y perfecta clavada detrás de mis parpados, el sabor de sus labios impregnado en mis labios, es algo imborrable en mis recuerdos y en mi esencia como ser romántico. Por eso mismo se y acepto q esos recuerdos son hermosos, y no ha y motivo para sufrir al traerlos a mi mente.